martes, 31 de agosto de 2010

EL CASTILLO DE LA ALAMEDA

EL CASTILLO DE LA ALAMEDA.

El único castillo existente en la ciudad de Madrid, ha sido ya rehabilitado y abierto al publico para su visita. Aqui podemos ver la vista aerea de dicha rehabilitacion



Estamos hablando del Castillo de los Mendoza, situado en la Alameda de Osuna, en el barrio de Barajas, junto a otro lugar emblemático como es el Parque del Capricho.

Ya desde hace 4000 años, se sabe de la existencia de asentamientos, dominando el arroyo de Rejas.

Debajo del castillo, se ha encontrado un poblado prehistórico, que se remonta a hace 2000 años, y que estuvo ocupado hasta la época romana.

Ya en la Edad Media, nació la Aldea de La Alameda, que a finales del siglo XVI, fue entregada en señorío a la familia Mendoza.



Al llegar la dinastía de los Trastámara al poder, Enrique II, agradeció a los señores su apoyo, dotándoles de tierras y títulos. Este fue el caso de Don Diego Hurtado de Mendoza, Almirante de Castilla, y padre de don Iñigo López, Marques de Santillana, a quien entregó el señorío de La Alameda. Construyendo el castillo, alrededor del año 1400.

Don Diego Hurtado de Mendoza, además de casarse dos veces, tuvo una amante: su prima doña Mencia de Ayala. A la muerte de don Diego, en 1404, dejó a doña Mencia, el señorío de Barajas y La Alameda, enajenándolo del Mayorazgo de los Mendoza.

En 1406, doña Mencia, se casó con Ruy Sánchez de Zapata, aportando como dote dicho señorío, pasando el castillo de la familia Mendoza a los Zapata.

El personaje más notable de esta familia, fue Francisco Zapata de Cisneros, que además de otros cargos, fue Presidente del Consejo de Castilla, en la corte de Felipe II. Sus meritos le hicieron acreedor de un titulo nobiliario: Conde de Barajas.



Alrededor de año 1550, el castillo sufrió una profunda trasformación, pasado de recia residencia fortificada, a palacio rural de estilo renacentista, con jardines ubicados en el propio foso.

Los Zapata, fieles a los designios de la corona, prestaron su residencia para cárcel de notables caídos en desgracia, como don Fernando Álvarez de Toledo, III Duque de Alba, en 1582, y en 1622, corrió la misma suerte don Pedro Téllez de Girón, III Duque de Osuna, quien acabó muriendo estando preso.

También estuvo alojada en el castillo la reina Margarita de Austria, en 1559, antes de entrar en Madrid, como esposa de Felipe III.

En 1697, un incendio destruyó la mayor parte del castillo, y este se abandonó. En 1785, la Duquesa de Osuna, logró un permiso para utilizar los restos para la construcción de su palacio en la finca del Capricho, terminando de derribarse la torre del homenaje.



También durante la Guerra Civil, se utilizaron las ruinas del castillo, como asentamiento militar, además de la casamata, situada junto al castillo, que con un nido de ametralladoras, protegía las instalaciones sitas en El Capricho, en donde el general Miaja, había establecido su cuartel general, y en cuyo bunker se firmó la rendición de Madrid.